Si alguna vez existió el Paraíso, seguro que fue allí, y aún hoy en día sigue siendo un paraíso. Son las islas más bellas que te puedas imaginar. Su gente es amable y cordial, parecen vivir en otro mundo. Y lo mejor que se puede hacer es dejar el reloj en casa, mirar al cielo y dejar transcurrir el día. Quizás ellos han entendido lo que debe ser el “ritmo de vida” que, ciertamente, dista mucho del nuestro.
Islas de la Polinesia
El Paraíso en la Tierra